La autonomía y la intimidad como necesidades “delicadas”

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Autonomía e intimidad son dos necesidades que con frecuencia parecen entrar en conflicto. Puede parecer que una persona quiera más cercanía mientras que la otra pida más espacio. No es del todo cierto que una persona valore la intimidad o la autonomía más o menos que otra. Lo que sí  es cierto es que cada persona se relaciona de un modo distinto con estas necesidades.

Si continuamente pides más espacio y autonomía, quizás no se trate de que valores más estas necesidades, sino de que tienes una conexión más tenue con tu habilidad de tomar decisiones con libertad. Quizás hayas tenido experiencias durante tus años de formación en las que te sentiste con mucha presión para actuar de determinada manera. Eres más susceptible de tomar decisiones basadas en la obligación, el deber, o el miedo de lastimar los sentimientos de alguien, o de ser rechazade. Dado este escenario, es probable que escuches los pedidos como demandas. Puedes oírte diciendo cosas como “Las personas demandan mucho de mí”, o “Mi pareja es siempre tan demandante”.  Lo que funciona para ti es cuando alguien hace un pedido y deja muy clara su apertura a que tú respondas que no.

Por otro lado, si dices que valoras más la intimidad, es probable que sea más tenue tu conexión con el propio sentimiento de ser amade y sentir cercanía. Puedes expresar esto a tu pareja y a tus seres queridos de estas maneras, “no parece que realmente quieras que yo esté aquí”, “quiero que estemos más cerca”, “¿de verdad me amas?”. Para ti, lo que funciona son las invitaciones frecuentes a ser incluide y las confirmaciones de que te quieren y desean. 

El dicho “haz a les demás lo que te gustaría que te hagan a ti” puede causar estragos cuando tú y tu pareja tienen distintas posturas. Es posible que resulte difícil recordar que darle mucho espacio a una persona puede parecer respetuoso para alguien, pero otre podría percibirlo como fría indiferencia. De igual modo que el recibir cantidad de invitaciones y confirmaciones puede ser reconfortante para una persona y para otra, sentirse como una olla de presión.

Esta clase de relación tenue con una necesidad posiblemente se encuentre en el centro de todo  conflicto que se repite. Cuando puedas ganar claridad y aceptación respecto de esa ternura, naturalmente querrás colaborar con la sanación y  ofrecer atención y consideración extras hacia esa necesidad en particular. A medida que negocias estrategias para satisfacer necesidades tiernas, lo más importante de recordar es el ofrecer reaseguros con frecuencia y seguir buscando estrategias creativas. Ofrecer reaseguro con frecuencia significa recordarse mutuamente que se preocupan por las necesidades de cada quien y que quieren encontrar algo que funcione para ambes. Cuando un diálogo está centrado en las necesidades tiernas de ambes, con frecuencia se requieren varias rondas de negociación. Esto significa ofrecer reaseguro y permanecer en él. Buscar estrategias creativas significa expandir las ideas acerca de qué podría satisfacer tus necesidades y considerar estrategias externas a la situación en que se centra el conflicto. Por ejemplo, si tú y tu pareja se estancan negociando la duración y frecuencia de las llamadas telefónicas como una estrategia para cuidar la necesidad de conexión, pueden expandirse e incluir formas totalmente distintas de satisfacer esa necesidad durante un tiempo determinado. Cuando se siente el cuidado y el respeto por las necesidades de ambes, es mucho más fácil para cada une desapegarse de las estrategias preferidas y conocidas, y abrirse a considerar ideas nuevas.

Práctica

Toma un momento para reflexionar sobre una relación primordial en tu vida. ¿Necesitas más apoyo en tu sentido de autonomía o en tu sentido de intimidad? ¿Le has dejado saber a la otra persona cómo  sería para ti ese tipo de apoyo?