Cómo escuchar necesidades insatisfechas de otra persona sin ponerse a la defensiva
Esta Joya de Conexión está disponible en formato audio
Llegas con retraso a un encuentro con una amistad o un vínculo íntimo. La persona te expresa su descontento y su necesidad de previsibilidad, y te pide que la próxima vez que estés llegando tarde le avises por teléfono o mensaje. Te enfadas. Ves el rostro de la persona y lo molesta que está, percibes una amenaza e imaginas que te está juzgando. Sientes una necesidad imperiosa de defenderte.
Entonces, bajo la influencia de la actitud defensiva, minimizas sus sentimientos y necesidades y defiendes tu inocencia. Tu respuesta podría sonar así: “Una vez y te enojas. Deberías alegrarte de que estoy aquí. Siempre aviso cuando llego tarde y casi nunca sucede ¡y una vez que me pasa tienes que hacer un drama por eso!”.
Ahora la otra persona también entra en reactividad y empieza a recordar todas las veces que llegaste tarde y lo difícil que es lidiar con tus problemas para llegar a tiempo. A partir de ahí, la conversación se vuelve cada vez más desconectada. Esta espiral descendente de reactividad es bastante común y también agotadora y dolorosa, pero ¡puede ser interrumpida!
Aquí hay tres claves para escuchar las necesidades insatisfechas de otra persona sin caer en reactividad:
1. Conéctate primero contigo: Cada vez que sientas el impulso de defenderte, puedes conectarte contigo de una o más de las siguientes maneras:
Repítete una frase recordatoria. Aquí tienes algunas posibilidades:
“No soy una mala persona porque esta persona esté enojada.”
“Podemos arreglar esto. Esto no tiene por qué ser una amenaza.”
“Esta persona tiene derecho a sentir lo que siente (incluyendo enojo).”
“Puedo escuchar sus necesidades insatisfechas sin culpa ni vergüenza.”
“Noto que me estoy poniendo a la defensiva y quiero reconectar con la confianza en mi propia bondad.”
Haz algo físico para interrumpir tu patrón defensivo, como recostarte en la silla, respirar profundamente tres veces o ir al baño.
Concentra tu atención en tu corazón. Puedes poner la mano sobre tu pecho y simplemente reconocer la dificultad que estás experimentando y que anhelas que te vean por tus intenciones y recibir aceptación. Respira a través del corazón y siente tu mano allí.
2. Mantente en conexión con el presente y en el nivel de los hechos concretos: habla solo de la situación actual y de cómo podrían cubrirse las necesidades de la otra persona en este momento. Si tiene un pedido y crees que ya estás haciendo lo que te pide, pregúntale si puede especificarlo más. Por ejemplo: “Creo que ya hice lo que me pediste, por ejemplo decir que lo siento, y ahora estoy sintiendo confusión y necesito más claridad. ¿Puedes decirme exactamente qué te gustaría que pasara en este momento para que se cubriera tu necesidad?”. (Recuerda verificar tu intención antes de pedir más claridad o realizar algún otro pedido. A veces nuestras palabras parecen inocuas pero nuestra energía sigue siendo de defensa o ataque. En ese caso la interacción seguirá siendo reactiva). También puedes recordar que tienes la libertad de decir “no” a su pedido al mismo tiempo que mantienes la apertura a sus necesidades y abres un espacio de negociación para buscar estrategias que cuiden las necesidades de ambas partes. Por ejemplo: “Escuché que te daría previsibilidad que te avise con anticipación cuando voy con retraso. Y no me siento segura de recordar escribirte cuando estoy afanada y corriendo y no quisiera fallar a mi palabra. Tomando en cuenta que no es la primera vez que llego más tarde de lo acordado, desde ahora en adelante ¿estarías dispuesta a que acordemos nuestro horario de llegada dentro de un intervalo de 15 minutos?”
3. Ofrece empatía: imagina en voz alta sus sentimientos y necesidades. Esto no solo ayuda a satisfacer su necesidad de recibir escucha, sino que también puede ayudarte a salir del pensamiento de correcto/incorrecto. En este contexto, es especialmente importante conectar sus sentimientos con sus necesidades, por ejemplo, “Entiendo que sientas decepción porque necesitas previsibilidad”, en lugar de “Entiendo que sientas decepción porque yo te fallé” (con la segunda opción, estás asumiendo tú responsabilidad por su sentimiento, lo que no ayudará a salir de la reactividad).
Los intentos de empatía que en realidad son una forma de enredo emocional encubierto son bastante comunes cuando alguien se siente culpable. Puede que tus acciones no satisfagan las necesidades de alguien, pero eso no te hace responsable de cómo reacciona, aunque obviamente eres la única persona responsable de tus acciones y palabras y sí puedes reconocer que tengan un impacto en otra persona. Los sentimientos y las reacciones de una persona surgen de una complejidad de causas como la percepción, la historia, los hábitos, el contexto, etc. Frases como “Sientes decepción porque yo te fallé al llegar tarde” pueden crear conexión en ese momento, pero también perpetúan la idea de que eres responsable de los sentimientos de la otra persona. Cuando esto ocurre, pierdes la oportunidad de escuchar plenamente las necesidades de la otra persona y sentir curiosidad por saber cómo podrías contribuir a satisfacerlas sin hacerte responsable por ellas. Y la otra persona pierde la oportunidad de empoderarse y ver estrategias para atender sus necesidades sin depender de ti.
PRÁCTICA
Esta semana, fíjate cuando tengas el impulso de defenderte explicando, justificando, minimizando o argumentando. Elige uno o más de los pasos prácticos enumerados anteriormente y aplícalos. Toma nota de tu experiencia al hacerlo y practica la siguiente vez con alguna de las otras opciones.