Señales que te indican que es momento de tomar una pausa

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Cultivar una conciencia de conexión en el marco del Diálogo Consciente y Compasivo, significa tanto la capacidad de conectar como la de mantener la conexión. Vivir en un estado de conexión significa mantener abiertos los canales de dar y recibir para que la energía vital pueda fluir sin obstáculos.

A nivel físico, conexión significa, por ejemplo, mantener el equilibrio fisiológico para que la sangre fluya libremente, distribuyendo nutrientes y depurando toxinas. A nivel emocional, significa afrontar cada experiencia con respeto y calidez. A nivel mental, significa mantener la flexibilidad y la apertura a nuevas ideas. La conexión con otras personas está marcada por un flujo natural de cuidado y curiosidad.

Cuando la reactividad interrumpe la conexión, la contracción sustituye a la fluidez en todos los niveles: el cuerpo se tensiona, el corazón se contrae por el miedo o la ira, y las opiniones se fijan a lo que pensamos como “correcto”. Cuando esto ocurre, puede que tengas el impulso de hablarlo con la otra persona hasta que vuelvan a encontrar el camino hacia la conexión. Sin embargo, hay momentos en los que lo que sirve más a la vida es tomar una pausa en la interacción con la otra persona para restablecer la autoconexión. De otro modo se vuelve más probable que esa conversación se transforme en un conflicto que escala innecesariamente.

¿Cómo puedes darte cuenta de cuándo es el momento de hacer una pausa para conectar contigo? He aquí algunas reacciones y comportamientos comunes que indican que es momento de pedir un intervalo para conectar contigo:

  1. Cuando sientes que te encoges o te retraes. Esta experiencia puede ir acompañada de sentimientos de vergüenza o miedo.

  2. Cuando empiezas a hablar desde la ira o el miedo. Eso suele adoptar la forma de culpar, acusar, insultar o juzgar, decir “lo que está bien” o “lo que está mal”, argumentar, suplicar, presionar o decirle a la otra persona cómo debería o no debería comportarse. 

  3. Cuando te encuentras defendiendo y/o contraatacando. Ambas situaciones indican que no estás escuchando los sentimientos y necesidades de la otra persona, sino que estás percibiendo un ataque.

  4. Cuando experimentas cierta confusión. Puedes percibir que te cuesta hablar con claridad y que podrías terminar diciendo "sí" a algo a lo que quieres decir "no".

  5. Cuando la hostilidad o el desprecio están presentes. Éste es sin duda un indicio de que necesitas una pausa en la interacción. Si con una persona cercana a ti estás percibiendo señales de hostilidad o desprecio te será muy difícil permanecer presente sin reaccionar. En el ámbito de las relaciones personales (es decir, cuando no estás actuando como  profesional de la ayuda o facilitando una mediación), es importante retirarse rápidamente de las interacciones hostiles o despectivas, ya que son indicios de una reactividad muy escalada.

Recordar hacer una pausa cuando aparezca cualquiera de estas señales es una forma de cuidar tu propio corazón y también la relación con la persona que está interactuando contigo. 

Hacer saber a la otra persona que volverás después de una pausa también puede ayudar a reducir la reactividad durante el intervalo.


PRÁCTICA

Esta semana observa cuando te contraes física o emocionalmente. Utilízalo como una señal para volver a conectar contigo. La autoconexión puede comenzar concentrándote en tomar tres respiraciones profundas llevando el aire a tu abdomen y procurando hacer exhalaciones largas, soltando algo de la tensión en ti. 

Luego de eso, puedes tomarte un momento para conectar con las emociones y necesidades universales más vivas en ti, sin juzgarlas ni reprimirlas, solo recibiéndolas como parte de tu experiencia interior en este momento. Una vez hayas tomado consciencia de lo que está pasando dentro tuyo, podrías hacerte esta pregunta: “¿Qué me apoyaría más en este momento para vivir cuidando de las necesidades y de manera congruente con mis valores?”